miércoles, 30 de marzo de 2016

NO PRESIONES ESE BOTÓN (título obligado para un torneo de escritores)



Mi vida transcurría entre la rutina de varios verbos de la primera conjugación: lavar, planchar, fregar, cocinar; algunos de la segunda: barrer, cocer, tender; y un par de la tercera: freír, sonreír, aunque este último no formaba parte de las tareas domésticas, si acaso era el que, en ocasiones, me servía para obviarlas.  Además, la preocupación permanente de ejercer de madre de un niño que no es hijo mío: soy la segunda esposa de mi marido y el chaval vino en el lote, como suelen decir ellos. Me levantaba cada día a la misma hora para vestir, lavar y peinar a un mocoso que me tenía cierta ojeriza. Siempre me comparaba con su madre, la carnal, la auténtica, y no dejaba  que la postiza, la madrastra, pudiera arrancarle un pellizco de su cariño. Mi marido le quitaba importancia y me decía que le diera tiempo, que en algún momento, Manuel, que así se llama el crío, se daría cuenta del amor que le estaba dando y acabaría devolviéndomelo con creces. No estaba muy segura de que llegara ese día, es más, a veces, y a pesar de mi frialdad aparente, le hubiera dado un cachete, que dicen que una bofetada a tiempo es una victoria. A mí siempre me pareció una frase estúpida, pero en aquellos momentos estaba reconsiderando mi parecer.

miércoles, 16 de marzo de 2016

AZABACHE





Esta es mi segunda aportación para el concurso MICROFANTASY III del Círculo de Escritores.


Cien minúsculas hadas tejían vestidos negros para Azabache, la bruja reina. Privadas de sus poderes por la anciana hechicera, se pasaban días y noches enhebrando agujas, uniendo trozos de sacos con retales de ropa vieja, cosiendo botones y bordados con palabras  indescifrables. Teñían, con polvos negros de sus alas quemadas o con el agua en la que habían hervido raíces y plantas, las ásperas telas que cubrirían el cuerpo de la bruja.

martes, 15 de marzo de 2016

GRATIS




Soñar es gratis y pensar también, por eso cada día sueño contigo y pienso en ti. Invitarte a comer o al cine o al teatro o a un viaje a París o Londres o Berlín, no están a mi alcance. Sigo soñando y pensando en ti. Hablar y escribir si, eso si que puedo. Cada día te saludo y te escribo poesías. ¡Buenos días princesa! y te doy un ripio con todo mi amor expresado en cuatro versos que jamás aparecerán en un recopilatorio de poesía. Hablo de flores y susurros del mar, de la luna (no la de Lorca, la mía) y de olores o sabores dulces, incluso algún pajarillo, así, en diminutivo, ridiculizando a cualquier ave que sobrevuele mi imaginación, creyendo que haciéndola pequeña la transformo en amigable y amorosa, como el día que cité cuervos y crisantemos (cuervecillos ) y creí, ingenuo de mi ,que había logrado plasmar la belleza y amor que sentía por ti, y tú, ceñuda, me regañaste arrugando la frente, suave y dulce como una palomilla enfadada, aunque aceptaste a regañadientes las flores amarillas arrancadas con mimo de las grietas del asfalto y, cuando te marchabas, te giraste arrepentida para regalarme una sonrisa, que también es gratis, y me hiciste feliz.

jueves, 10 de marzo de 2016

POLVO Y ARENA


Con este microrrelato participo en el concurso MICROFANTASY III del Círculo de Escritores.




No me importaba que el bosque se hubiera convertido en desierto y el río fuera tan sólo un cauce arenoso. No me importaba que las cascadas se hubieran secado y los lagos fueran enormes extensiones de tierra cuarteada. Ni siquiera me importaba ver los cadáveres de unicornios y dragones rodeados de moscas azules en la orilla del río seco. Me había convertido en un hombre de piedra, una masa dura y cuarteada como la tierra seca de los lagos; mi corazón, un pequeño guijarro  incapaz de sentir. 

Buscaba una sombra inexistente en aquel páramo gris. Divisé el esqueleto de un árbol en un horizonte cercano y decidí acercarme para reposar junto a él.  Un cuerpo colgaba de una de sus ramas negras.  Era el cadáver de una joven que ocultaba su rostro tras una larga melena de oro. Estaba desnuda y su palidez resplandecía entre los grises de un desierto sin sol. Aparté un mechón de sus cabellos y reconocí la cara de la princesa, mi princesa. Mi corazón se deshizo y se convirtió, como mi cuerpo, en polvo y arena , perdiéndose en el desierto de la fantasía.

El viento borró las huellas de un mundo condenado a desaparecer. 



viernes, 4 de marzo de 2016

CITAS POR INTERNET

Me atormentaba la sonrisa de la luna encajada entre los edificios del final de la calle. Y la mía, también me atormentaba mi triste sonrisa que me despreciaba desde el espejo. No había sido una buena semana…, ni un buen año. En realidad, no había sido una buena vida. Desde que recordaba, estaba sumido en lo más profundo de un abismo y no encontraba una cuerda a la que asirme y poder emerger. Era la imagen de un hombre vencido por la vida y sin fuerzas para seguir buscando una escalera que condujera a un territorio sin tinieblas: descalzo, con una camiseta de tirantes sucia, y el pantalón de un traje del que jamás utilicé la americana. La barba descuidada de un par de días y el cabello alborotado, como el estómago, que rugía solicitando algo sólido y acabó regado con alcohol.

Apunté con el revólver a mi reflejo a la vez que esa deprimente imagen me apuntó a mí. Era un duelo de perdedores. Había asesinado a tanta gente que me daba igual hacer otra muesca en mi conciencia. Realmente, jamás me importó demasiado. Era un trabajo al que no le encontraba el placer pero tampoco suponía que afloraran remordimientos que me impidieran seguir en la profesión. Mi eterna depresión no encontraba alivio en la muerte, pero tampoco se agudizaba. Era una infinita línea horizontal, sin alteraciones.

EL TEATRE


(Poesía ganadora del 1er premio dels JOCS FLORALS ESCOLARS de Barcelona 2014 )

  Autora: Mariona Capel


La foscor i el silenci s’esvaeixen
són segons de suor i tremolor
segons que em colpeixen
segons que es convertiran en color.


Una feble llum il.lumina confoses figures
la meva veu trenca el silenci regnant
s’obre la finestra de les aventures
la finestra d’un somni al.lucinant.